Sábado 10 Agosto | La delgada línea entre la frustración y la dificultad
Estoy jugando a un juego en el que muchas cosas están mal.
Especialmente el equilibrio en el combate y la dificultad.
Y lo sigo jugando porque dándole con un par de amigos, al menos salen algunas risas y porque me gusta terminar las cosas.
Me cuesta mucho dejar cosas de ocio a medias.
Es increíble como soy capaz de dejar cosas importantes sin hacer pero me siento mal si dejo a la mitad un videojuego, una serie o un libro.
Pero eso es harina de otro costal, vamos a centrarnos en lo que te estaba contando.
El juego solamente tiene buenas ideas.
Mira.
Eres un vampiro, te puedes construir tu propio castillo, consigues materiales, hay hechizos, jefes y se juega como un ARPG; un Diablo, vamos.
Han metido en una coctelera los ingredientes perfectos y ha salido mal.
🤔 ¿Cómo puede ser?
Pues por las cantidades.
V Rising
Y porque decidieron servir V Rising en una copa que les queda grande, la de los MMO.
El juego tiene un combate planteado para una situación que no siempre se va a cumplir.
Especialmente porque el juego te da la oportunidad de jugar solo o con un amigo.
En la recta final, los jefes hacen una barbaridad de daño y el juego exige una movilidad que no te ofrece, a no ser que utilices un set de equipo y habilidades muy concreto que puede no gustarte siquiera.
Como querrías que se jugase a |
Como se juega a |
Está pensado para jugar en servidores con mucha gente y los enemigos no se equilibran a una cantidad reducida de personas.
Es como si siguiésemos en los Monster Hunter de hace 10 años.
Y es que hay una línea muy fina entre el reto y la dificultad que hay que respetar.
Y no siempre se respeta porque así la gente puede vanagloriarse de haber podido derrotar a un montón de ceros y unos.
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