Crónica del Demo Day de Game.eus

Domingo 3 de agosto

Montxaldre

A veces pensamos que los eventos y la creación de videojuegos solo ocurren en ciudades grandes.

Si vives en España, sabrás lo que pasa con Madrid y Barcelona.

Y si vives en otro lugar, seguro que tienes la misma sensación con las capitales o ciudades más grandes.

Y, hasta cierto punto, tiene sentido. Ciudades más grandes implican más gente haciendo cosas y más público para cualquier evento.

Pero todo cambia, y afortunadamente estamos viviendo ese cambio.

En España estamos empezando a tener cada vez más eventos importantes y con repercusión en comunidades autónomas y ciudades más pequeñas, pero que están llenas de personas que disfrutan de los videojuegos, hablan de videojuegos y crean videojuegos.

"¿Por qué me cuentas todo esto?", te estarás preguntando.

Bien, pues tiene que ver con la misión secreta con la que te di la turra la semana pasada.

El miércoles 23 estuve en Vitoria, una ciudad del norte de España, en un evento organizado por Game.eus, que era la culminación de un campus de aceleración para la creación de videojuegos.

El evento en sí consistía en presentar cinco juegos que han pasado por un proceso de seis semanas de trabajo intenso y que se están preparando para salir al mercado.

No te voy a contar todo lo que hice durante el día, pero quiero hacer dos apuntes rápidos.

  • Vitoria es una ciudad preciosa y te recomiendo que la visites si tienes la oportunidad.

  • Y qué bien se come en el País Vasco, vayas donde vayas.

Dicho esto, vamos con el evento en sí.

Hacen falta más eventos así

Todo lo que tengo que decir es positivo, la verdad.

Pero no me voy a centrar en lo simpática que era la gente ni en lo bonito que era el sitio. Tampoco tiene mucho sentido hablar de la comida que nos dieron ni de los regalitos. Todo eso pasa siempre en todos los eventos.

Pero hay otras cosas que no pasan siempre.

Y mira, esta fue una de las cosas que más me sorprendieron.

Como buen evento institucional, con colaboración entre universidades y administraciones públicas, lo primero fue dejar espacio para que los representantes hablasen.

Y ha sido una de las pocas veces que he visto que no estaban desconectados de lo que ocurría. Les interesaba el medio y entendían bien la importancia de los videojuegos.

No fue gente que subió obligada a leer un papel; eran personas orgullosas de lo que se estaba haciendo allí.

Después de esa introducción, disfrutamos de una mesa redonda entre Arturo Monedero e Isabel Liébana.

Y, de nuevo, otra sorpresa.

Tanto en ese bloque como en el siguiente, se hizo mucho hincapié en la importancia del marketing.

Inaudito.

Mira que nosotros lo hemos dicho veces. Especialmente Marcos, que ya sabes que se enerva cuando un equipo hace un juego y lo lanza en Steam a ver qué pasa.

Lo que pasa es que sale mal el 99 % de las veces. Por si te esperabas que tu juego fuese a ser otro Stardew Valley, vaya.

Tanto el acompañamiento que ofrecen desde Game.eus como el propio evento pusieron sobre la mesa el tema del marketing.

Pero de nada habría servido decirlo sin demostrar algo.

Así que, después de la mesa redonda, tuvimos una presentación individual de cada uno de los juegos.

Un pitch, que se llama.

Los equipos pudieron presentar, en unos minutitos y con un PowerPoint de fondo, cada uno de sus juegos.

Aquí me voy a poner un poco picajoso, pero con cariño, que para eso es mi campo.

Estaban mucho mejor que otras presentaciones de juegos que he visto, eso desde luego.

Además, la actitud de los presentadores era muy buena, pero solo una de las presentaciones me llamó la atención de verdad. El resto fueron descripciones y explicaciones del juego sin más.

Eso no quita que fuesen buenos juegos o que tuvieran buenas ideas; pero no había una intención clara de vender, sino de explicar.

Y cuando no tienes a una persona dedicada al marketing desde el principio, eso siempre se nota.

Esperemos que ese sea otro de esos cambios que veremos dentro de poco.

Y claro, ahora toca hablar un poco de los juegos.

Empezamos con un jueguito que todavía está un poco verde, pero que tiene muy buena pinta.

Una especie de tower defense mezclado con creación de mazos de cartas para aumentar la estrategia y las posibilidades del juego.

Me recordó a Rogue Tower, pero más centrado en las cartas.

Seguimos con un juego de plataformas en 2D con un pixel art muy chulo, que nace de mezclar Kirby’s Dream Land con Blasphemous. Nada puede salir mal de ahí.

El protagonista es un verdugo al que le han cortado la cabeza y que tiene la habilidad de cortar la cabeza a algunos enemigos para ponérsela y ganar diferentes habilidades.

Por ejemplo, si le cortas la cabeza a una gallina y te la pones, en lugar de saltar una vez puedes saltar dos.

Qué difícil es llevar una buena demo a un evento, ¿eh?

La complejidad de este juego es espectacular. Estamos hablando de un roguelike deckbuilder en el que, además, exploras un mapa con vista cenital.

Eres un hacker que tiene que explorar y combatir contra unas máquinas guapísimas.

Y, por si fuera poco, el objetivo del juego es que puedas aprovechar incluso las peores manos posibles gracias a un recurso extra que se genera y te permite hacer acciones específicas.

Completamente desquiciada esta gente, la verdad.

Aunque el género de este juego ya no es de mis favoritos, siempre me despierta mucha nostalgia y cariño.

Es una aventura gráfica estilo point and click en la que encarnas a Claudia Marcó de Pont, periodista y esposa del expresidente, que se ve envuelta en una investigación que amenaza la estabilidad de la democracia.

Y la mecánica principal es el tiempo.

Las acciones consumen tiempo, y tendrás que decidir qué hacer y qué acciones no te van a reportar ningún beneficio.

Aunque en la demo el tiempo no tenía un peso real, estuve hablando con el equipo y tienen ideas muy interesantes en mente.

Para terminar, otro juego de acción y plataformas en 2D, creado de forma artesanal, con personajes y entornos basados en la película homónima de Alberto Vázquez.

La presentación prometía algo muy sangriento, pero en la demo han sido bastante conservadores.

Aunque se controla tan bien, que se lo perdono.

Además, hablamos de un juego en el que controlas a unos osos que tienen que matar unicornios.

Todo bien.

Y hasta aquí esta pequeña crónica.

Aunque después nos fuimos a un bar a tomar algo y pasamos un rato fantástico con gente de la industria a la que tengo la suerte de poder llamar amiga y a la que, además, admiro.

Ahora sí, ahí terminó el día.

Pero no quiero irme sin una pequeña reflexión no solicitada.

Si estás leyendo esto, es porque te gustan los videojuegos de una forma u otra, y quiero romper una lanza a favor de la industria que tenemos, al menos en España.

Continuamente se están organizando eventos, y en cualquiera de ellos vas a encontrar profesionales dispuestos a hablar contigo y a dedicarte un rato si tienes dudas.

No quiero romantizar el hecho de hacer videojuegos, porque es un error muy común.

Crear videojuegos (en cualquiera de sus facetas) es un trabajo. Y hay que tomárselo como tal. No todo es bueno, no todo es bonito, y desde luego no todo es hacer el juego de tus sueños (que igual solo te interesa a ti) y subirlo a Steam esperando hacer millones.

Pero si te lo estás pensando, o si quieres dedicarte a esto, quiero que sepas que la industria intenta ponértelo fácil y que cualquier profesional está dispuesto a compartir contigo.

No te van a dar trabajo, ni vas a ser su prioridad número uno, pero te van a aconsejar en todo.

Y existen oportunidades como las que ofrece Game.eus para crear videojuegos de una forma que, hace unos años, habría sido simplemente imposible.

Pasa un gran día y, una vez más, gracias por todo.

Montxaldre.